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Aprendizaje y adquisición

Los seres humanos durante mucho tiempo nos hemos visto con la necesidad de estudiar varios idiomas. Ya fuese por motivos religiosos, como los eclesiastas que debían estudiar latín; por motivos diplomáticos; o por pura afición al aprendizaje de nuevas lenguas, como es el caso de muchos políglotas.

Pero lo cierto es que, hasta hace relativamente poco, la lingüística avanzó hasta el punto en que nos dimos cuenta del proceso que sigue nuestra mente para verdaderamente adquirir un nuevo idioma. El autor más reconocido en este ámbito es Stephen Krashen, el cual defiende que las personas no pueden aprender verdaderamente un idioma a través del estudio consciente del mismo. Pero, ¿a qué se refiere con esto?

(Stephen Krashen sobre la adquisición del lenguaje | Video disponible en español)

Aprendizaje

El estudio consciente del idioma es lo que se suele hacer en las escuelas. Está basado en el estudio de factores fundamentales del idioma: vocabulario, gramática, etc., que se memorizan para algún día llegar a ser proficiente en el idioma. Este proceso es conocido en inglés cómo skill building y es notoriamente ineficiente. También es conocido por Krashen cómo aprendizaje, y es fundamentalmente opuesto a la adquisición del lenguaje, lo que nos lleva a...

Adquisición

La forma de aprender nuevos lenguajes que defiende Krashen es la adquisición. Los seres humanos tenemos la capacidad de aprender idiomas de manera inconsciente, cosa que es demostrada por el hecho de que aprendimos nuestra lengua materna sin ninguna clase de estudio. Este mecanismo no desaparece de alguna forma misteriosa cuando nos hacemos adultos (como algunas personas piensan), sino que siempre se queda con nosotros. Y esta forma de aprender una segunda lengua es, a diferencia del aprendizaje, la única que es realmente eficaz. Entonces, ¿en qué se basa la adquisición?

Comprehensible input

El «comprehensible input», o «entrada comprensible», es un concepto muy intuitivo. Se basa en comprender conceptos del idioma con ayuda de otros estímulos. Por ejemplo, si dos personas no se comprendieran mutuamente (pues no comparten un mismo idioma), probablemente podrían señalar cosas para comunicarse. Digamos que uno de los hablantes señala una taza de café y dice en su idioma natal la palabra que lleva el concepto de, bueno, una taza de café. La otra persona entendería ese fragmento del idioma, aun sin tener ni idea del idioma que está hablando la persona que tiene en frente. Krashen defiende (y la mayoría de lingüistas también) que esa es la forma en la que ocurre la adquisición.

Profundizando en el tema

Todo esto significa que para aprender un idioma se necesita input («entrada» en inglés); es decir, contenido en ese idioma. No todo el input tiene que ser comprensible; pretender que será así es absurdo, pues no todos los conceptos podrán ser apoyados en otro estímulo. Además, el input no comprensible es útil para poder aprender a diferenciar los diferentes fonemas del idioma, que viene a decir que mejora nuestra capacidad de escucha (conocida popularmente como listening, un término del inglés). Y mientras más idioma adquirimos, más input se vuelve comprensible: imaginemos, pues, que conoces todas las palabras de una oración —oración que para poner un ejemplo puede ser «tengo un peluche rojo»—, pero desconoces el significado de la palabra peluche. Sin embargo, si escuchases esa oración en un contexto (por ejemplo, de un niño con un peluche), podrías identificar fácilmente el significado de peluche. Todo esto está relacionado a otra hipótesis de Krashen: la hipótesis de «I+1», que se explicará luego.

¿Entonces las técnicas tradicionales no sirven?

Esto es un error. La tercera hipótesis de Krashen es la hipótesis del monitor, que establece que el aprendizaje (es decir, el estudio consciente del idioma) ayuda si se complementa con la inmersión (que es obtener cantidades masivas de input), funcionando en el cerebro como un monitor (no de pantalla, sino monitor de monitorizar) que gestiona los conocimientos adquiridos de forma inconsciente. Por poner un ejemplo en el que se entienda esto, cuando hacemos output (que significa «salida» en inglés: hablar o escribir en el idioma objetivo), nuestros conocimientos adquiridos de forma inconsciente se ponen en marcha, y si vamos a cometer un error, nuestros conocimientos aprendidos de forma consciente se ponen en marcha para corregirlo. No solo eso, sino que saber cosas como gramática básica puede ayudar a avanzar más rápido en el idioma. Pero siempre se debe poner considerablemente más importancia en la inmersión que en el aprendizaje.

Hipótesis del i+1

Es la cuarta hipótesis de Krashen, «i+1» significa «input más uno», que establece que la forma de avanzar en la adquisición del idioma es recibir input que esté por encima del nivel actual del estudiante pero sin ser excesivo; pues, si no se enfrentara a contenido que desconoce casi por completo y por ende, no aprendería nada nuevo. ¿Lógico, no?

  • i es todo lo que ya sabe del lenguaje.
  • +1 todo lo que no sabe y es más cercano a lo que ya sabe (i).

La lógica según esto es que entre más «i+1» exista, mayores son las ganancias en la adquisición del lenguaje. Pensemos en una situación hipotetica: estamos aprendiendo español y tenemos dos oraciones:

Estoy aprendiendo japonés.

Estoy aprendiendo a aprender japonés a través del aprendizaje autodidacta.

¿Cuál de las dos oraciones anteriores es más fácil de entender y aprender?

Suponiendo que desconocemos todas las palabras como "aprender", "aprendizaje" y "autodidacta", la más fácil de aprender sería aquella que sea «i+1» y por ende, la que más ganancias en adquisición nos brinde, la primera oración.

consejo

Sea un aprendiz frecuente más que un aprendíz fugaz y rápido. El tiempo y la frecuencia poco a poco hará que aprenda y se familiarice con el idioma más que intentar aprender de todo en exceso o de golpe.

Conclusión

Una de las cosas más importantes en la adquisición de nuevas lenguas es la filosofía que se tiene para aprender, pues con un método ineficiente como el aprendizaje nunca será proficiente en un idioma por mucho que lo intente. Por lo tanto, tener conocimiento técnico sobre cómo aprendemos nuevos idiomas es sumamente importante para poder aplicar este conocimiento a nuestro largo camino que es aprender otro lenguaje. Investigue lo que más pueda, nunca haga cosas sin saber el motivo por el que las hace y siempre intente optimizar su aprendizaje (o en el caso del idioma, su adquisición). ¡Use este conocimiento sabiamente!